Cuida tu carro mediante el control de la suspensión, la dirección y la propulsión
Evita accidentes manteniendo en óptimas condiciones la dirección y suspensión de tu vehículo.
Los sistemas de suspensión, dirección y propulsión se encuentran dentro de los más importantes de tu vehículo. Cuando te pones tras la dirección de tu carro, no solo tienes el cometido de llegar a tu destino, sino de hacerlo sano y salvo, así como también de garantizar la seguridad de tus acompañantes. Todo esto depende del buen estado de conservación de estos elementos. Por lo tanto, la falla de uno solo de ellos, puede resultar catastrófica.
De qué se tratan los sistemas de suspensión, dirección y propulsión
Cada uno de estos sistemas está conformado por una serie de componentes que, de forma individual, suman más que el todo, ya que una calidad deficiente en tan solo uno de ellos, así como su incorrecto sellado, afecta el funcionamiento integral del sistema.
Veamos cuáles son sus piezas integrantes:
Sistema de suspensión: este sistema se encarga de mantener la alineación entre las ruedas y el bastidor. Al interactuar con el sistema de dirección, optimiza la maniobrabilidad del carro, así como también el control que ejerces sobre este. Está conformado por los amortiguadores y por los soportes. Su función principal es mantener las ruedas en contacto con la calle.
Sistema de dirección: las piezas que forman parte de él son los brazos, terminales y esferas. Gracias a este sistema es que puedes controlar el carro para dirigirlo hacia donde desees.
Sistema de propulsión: es el conjunto de componentes que producen y transfieren la energía a la carretera, es decir: el diferencial, la transmisión, el eje de transmisión, las puntas de flechas, las bufas y, en vehículos eléctricos e híbridos, también la electrónica de control, la batería y el sistema de tracción eléctrica.
Para qué sirven la suspensión, la dirección y la propulsión
La suspensión y la dirección cumplen una doble función: garantizar seguridad y proporcionar confort en la conducción. En cuanto a la propulsión, esta asegura la máxima eficiencia de nuestro vehículo al desplazarnos por la carretera.
Las autopartes de alta calidad y correctamente selladas para que su movimiento cumpla con la eficiencia prometida, hacen que circular por una carretera en malas condiciones y llena de baches, sea una experiencia tan suave y gratificante como lo es conducir por una recién asfaltada.
Cuál es la importancia de mantenerlos en buen estado
Los sistemas de control de tu vehículo se resienten, algo que te hacen saber por medio de la pérdida de control de tu carro.
Ciertos hábitos de conducción, las condiciones del terreno sobre el cual conduzcas y las propias características del carro, llevan al paulatino desgaste del sellado, del ensamblaje y de las piezas de estos sistemas de control.
Por ende, la importancia de su mantenimiento radica en prevenir accidentes relacionados a los virajes involuntarios y a una dirección que no responde.
Qué pasa si no le hago mantenimiento a los sistemas de suspensión, dirección y propulsión
Si decides prescindir del mantenimiento regular de estos sistemas, cada vez que arranques tu carro para aventurarte en la carretera, estarás jugando a la ruleta rusa, porque toparte con un simple bache te expone a un viraje brusco e involuntario, la dirección pierde su precisión, tu carro comienza a rebotar a medida que conduces sobre una superficie irregular y, entre muchos otros desperfectos, tu carro podría acabar dañándose.
Invertir en el mantenimiento de los sistemas que te permiten tener tu vehículo bajo control es el dinero mejor usado a la hora de planificar la prevención de accidentes.
Cuídalo para que él cuide de ti.
